El patio número 3 era la última y lúgubre escala que hacían los presos en la comisaría de la calle Jesús del Gran Poder, en la Sevilla del 36. A esos muros acudían cada mañana centenares de mujeres desesperadas, buscando algún rastro, alguna noticia de sus desaparecidos. Y a las mismas puertas de ese infierno llegó una madre que se negó a aceptar el destino de su propio hijo.
El patio número 3, que inaugura la colección Nuevos Bufones, es la conmovedora historia de una mujer que desafió a la barbarie con la rebeldía de su ternura. Un personaje deslumbrante, una heroína de hechuras clásicas, como si Antígona y Hécuba se hubiesen reencarnado en aquella madre que, sola, tomó las calles de Sevilla para enfrentarse al terror del franquismo.
Víctor Muñoz (Estepa, 1980) se ha convertido en una de las voces más inspiradas de la nueva dramaturgia andaluza. Es máster en Estudios Lingüísticos, Literarios y Culturales, licenciado en Filología Hispánica por la Universidad de Sevilla y graduando en Dramaturgia y Dirección de Escena por la Escuela Superior de Arte Dramático de Sevilla. Como poeta, ha publicado los poemarios Al vandálico modo (Ediciones Valparaíso, 2019) y Esta mayoría inválida de hombre (Ediciones Valparaíso, 2023).
Pablo Remón, el genial dramaturgo, dice esto en su prólogo: “… Y me enteré de que Víctor Muñoz es poeta, cosa que por otro lado está clara en El patio número 3, que más que una obra es un poema. Lo es por el lenguaje, pero también por su composición, por su insistencia en la repetición con variaciones. Avanza y retrocede, en círculos, y habla de España, de esta España nuestra, con verdugos, pasodobles y cencerros, con un imaginario popular y reconocible, pero al mismo tiempo tremendamente propio. Queda claro, desde el principio, que la obra tiene un mundo, que hay un autor ahí”.